Que importa que la lluvia caiga
a cataratas de furia
desnude primaveras
arrecie los tinglados.
No importa tanta gota
aunada en remolinos
naufragando barquitos
botellas o zapatos.
Si esta lluvia es la misma
que cayó otro verano
reciclada en las nubes
recuerdos de cabellos
espaldas, pies y manos.
Me lastima la otra
que llueve la memoria
sutil llovizna helada
mojando todo olvido
persistente, tenue
inundando por dentro
cada dique del alma
cada frágil defensa
construida en palabras.
Si el dolor nunca escampa
qué importa que allá afuera
los cielos se deshagan.
Hola ! me gusta mucho. Sobre todo como enlazas las dos lluvias, la lluvia repetida, parecida a otras lluvias y la otra distinta.
ResponderEliminarMe quedo con este verso: si el dolor nunca escampa.
Buena tormenta...
Saludos !
Me llueve a borbotones la alegría de mis hijas aunque duelan espadas de hielo en la garganta
ResponderEliminarGracias por tus sentimientos compartidos, por la risa, por los vinos y nostalgias
Gustavo Carranza