sábado, 31 de julio de 2010

El lugar


Si el último segundo se apagara de pronto
todo el tiempo vivido
deshojado
cayendo como pétalos
una imagen del mundo
cabría entera en tu mirada.
Quiero morir ahí donde la vida
me mostró su razón, su mejor cara:
en tus brazos
ese hueco del sol de la mañana
escuchando el galope de tu pecho
resumiendo en tu olor todos los aires
durmiendo en paz.
Después
se sucederán los días
nada saldrá de entre mis labios
lo dicho ya fue.
Será recuerdo fugaz entre las horas
que cayeron ayer cuando tu espalda
se perdió por mi calle con el día.
Ya no habrá la sorpresa ni la euforia
nada más que un silencio
adormeciendo el beso que dejamos
en el lugar más puro del deseo.
Quiero morir ahí sobre tu carne
con tus ojos librándome del miedo
al fin
de todo el miedo.