domingo, 9 de enero de 2011

Desafío


La duda no cabe sobre lo que ya no brilla
cada minuto caído es arena en los zapatos
que molesta y detiene
ya no iré a recogerlos ni a llorar sobre las tumbas
que pudren restos de lo inexistente.
Algo vino a besarme los ojos
un espejo, una brisa, otra mujer, no sé
desde entonces la tarde
destruyó los andamios en torno a mis certezas
para saberme libre de estructuras ficticias
rompí todos los miedos como terrones secos.
No hay nada a mis espaldas
la vida es lo que haga de ella en cada paso.
Será sólo mi culpa, mi soberana culpa
si dejo de entender que todo es sólo un viaje
si no entiendo que amor no implica pertenencia
que soy causa y efecto de mi propia ignorancia
si mi palabra deja de intentar la belleza.
Serán sólo mi culpa las sombras del fracaso
si mis ojos regresan por necios o cobardes
a creer solamente en lo que ven.