martes, 29 de septiembre de 2009

Bendita sed


Otra vez la sed y este agua que no me atrevo a pronunciar

fluye tan cerca de mi boca

arrastra hacia ella todas las raíces de mi alma.


Desde el vientre repta un escorpión

demora el movimiento.

La razón se diluye

al punto que apresuran los latidos

un ritual de tambor retumba dentro.


Y la sed

incompletud del caos que se encauza

hembra hambrienta

concavidad del sexo

cataratas de lágrimas desnudas.


Otra vez el deseo y el nombre que no me atrevo a pronunciar

tras la boca donde hundir la noche

humedad del alma,

fiebre de jaurías al acecho.


Es desierto mi carne

la palabra amordaza el gemido del miedo.


Y el agua

a punto de estallar desde tu centro

por tus poros

tu salivatu simiente.


Otra vez el instinto y el final de la espera

la ilusión del uno, la fusión del grito

la completud del sexo.

Bendita sed.

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